Ser agradecido

¿Cuántas veces habremos vivido este dialogo?

Emisor –             Muchísimas Gracias.

Receptor -          ¿Gracias? ¿Gracias por qué?

Emisor –             Gracias por ……

¡¡¡Receptor –    Ah!!! No se merecen.

Parece algo que hacemos a menudo ¿verdad? ¿y si lo analizamos un poco?

A veces que nos den las gracias, que nos agradezcan cualquier gesto, cualquier actitud, o simplemente que realcen una virtud que ven en nuestra manera de ser o de actuar nos sorprende. Incluso a veces dudamos si lo hace de corazón o es que en ese “Gracias” está buscando un futuro beneficio o un “peloteo”. O lo que es peor, a veces pensamos que lo dicen con ironía.

Es curioso como una simple palabra, que seguramente por educación, la decimos constantemente, cuando se trata de decirla con el corazón parece que nos cuesta mucho. Pero es que cuando la recibimos, la cuestionamos. Y si nos ponemos a jugar al mundo de las interpretaciones nos tenemos que fijar en los gestos, la mirada, el tono …. ¿Qué complicado verdad?

¿Y si preguntamos? Quizás puede parecer incomodo, pero si no sabemos exactamente porque nos ha dado las gracias mejor preguntar. Otra cosa es que la respuesta que nos de nos convenza o no. ¿Cómo podemos fiarnos de una respuesta si solo con decirnos “gracias” ya dudamos que lo haya hecho de corazón?

Vaya lio ¿verdad? Pues espera que ahora viene la traca final.

Ahora viene cuando el receptor suelta un “No se merecen”. ¿Cómo que no se merecen? O sea, que yo te doy las “gracias” de corazón y tu menosprecias el gesto, o simplemente no lo valoras. ¿A caso no es normal que si yo te doy las gracias tú lo recibieras con entusiasmo?


 

Puede parecer todo muy exagerado, pero con todos los matices que le quieras dar, la realidad muchas veces supera la ficción, y cuando se trata de lo que pensamos o sentimos en muchas ocasiones la palabra “gracias”, según como estemos y según quien nos lo diga y como nos lo diga nos crea incertidumbre.

Quizás sería bueno que la próxima vez que nos den las gracias la abracemos como se merece y no le demos tantas vueltas en saber por qué nos las han dado, si se esconde un interés, si es bueno o malo, si es una respuesta en automático ….. y sepamos devolverles estas “gracias” con una sonrisa, un gesto, una mirada o lo que sería genial, devolviéndole esas gracias.

Así que, muchas gracias por leerme y hasta pronto.